O SEA ¡NO!

Que tenga una discusión fuerte con mi ex. Vale.
Que el coche me deje tirada a las puertas del trabajo justo el día de la cena de empresa. Vale.
Que me regalen una taza de porcelana y se me rompa a las dos horas al abrir la taquilla. Vale.
Que mi compañera ¡la nueva! me diga ¡tres veces en una hora! cómo tengo que hacer mi trabajo y me toque las narices con chismes sobre todo el mundo y también sobre mí. Vale.
Que el día de más trabajo y agobio en la guardería me acuerde de una amiga que lo está pasando mal y le mande un sms para decirle que ánimo y pase olímpicamente de mí. Vale.
Que el "último" día de colegio una madre toque las narices y en vez de llevarse a sus hijos cuando acaba el festival me los deje hasta las 8'00. Vale.
Que el puto coche siga sin arrancar ja las 9'00 de la noche justo el día de la cena de empresa y lo tenga que dejar en el trabajo. Vale.
Que sólo tenga cinco minutos para cambiarme e ir a la cena sin poder ducharme. Vale.
Que se muera una conocida a la que cuando menos tenías algo de cariño. Vale.
Que el sábado me toque madrugar para ir a buscar el coche y siga sin arrancar y esté en la calle esperando a la grúa. Vale.
Que llegue a casa y mi hermano se ponga conmigo como un energúmeno porque según él, que el coche no arranque no tiene nada que ver con que tenga 15 años sino que soy yo que no tengo ni idea. Vale.
Que no me toque ni la pedrea. Vale.
Que me dé un golpe en la cabeza. Vale.

Pero que todo ocurra en 24 horas... ¡O sea no!