miércoles, 14 de junio de 2017

LO QUE QUIERAS

Ha pasado más de un año desde que no me paso por aquí. Y es que cuando la vida me sonríe parece que me olvido de escribir.
En todo este tiempo ha pasado lo más maravilloso y deseado por ambas: NOS CASAMOS! Y estoy feliz!! Aún me parece increíble que ya estemos casadas después de tantos kilómetros, tantas despedidas en aeropuertos, estaciones...
Soy muy feliz! Y la amo como nunca jamás pensé que sería capaz de amar a alguien.

Anteayer discutimos... Yo lo paso fatal cuando lo hacemos... Las dos lo pasamos mal...
Ayer le mandé un WhatsApp y su respuesta fue:"Lo que quieras". En ese momento pensé: "Lo que quiero es darte un beso y que se te caigan las bragas"... Pero no lo dije... Sabía que no era el momento...

Pero mira, amor, si me lees... Ésto es lo que quiero: Darte un beso y que se te caiga el tanga.

sábado, 20 de febrero de 2016

EXPLOTAR

Ayer exploté. 
Llevo días conteniéndome porque los demás no son responsables de lo que me/nos pase. Pero ayer no aguanté más.

Cada mañana, cuando llego al cole, mis niños vienen corriendo (literalmente) y me dan un abrazo. Me reciben con alegría, me comen a besos... Y eso me da la vida. Me hace olvidar los malos rollos que a veces hay en el trabajo (como en todos los trabajos, supongo).
Ayer una niña de las más pequeñas estaba triste porque algo le había pasado con "su mejor amiga del cole". Vino hacia mí con los ojos llorosos y los brazos abiertos pidiendo un abrazo. Me puse de rodillas (siempre lo hago para no perder el equilibrio), la abracé y me puse a llorar con ella.
Los niños nos miraron; así que en la asamblea de la mañana hablamos de la tristeza. Y de que los adultos, como los niños, también nos ponemos tristes cuando discutimos con alguien a quien queremos mucho mucho mucho mucho... 

A media mañana viene mi compañera siempre a echarme una mano con el cambio de pañales, alguna actividad... Cuando se fue, me dio un abrazo y un beso. Ella nunca hace eso. Y no sabe nada. Sólo sabe que discutimos. No hace falta más. Ya sabe lo que eso me hace sufrir porque ya sabe cuánto la amo.


jueves, 18 de febrero de 2016

Discutir

Así como en muchas cosas pensamos igual, cuando discutimos somos muy distintas. A ella el enfado suele durarle más. A mí no. Yo siempre tengo presente lo mucho que la amo y lo que nos ha costado poder estar juntas y eso hace que sea incapaz de estar enfadada mucho tiempo. Creo que no merece la pena. Creo que es más fuerte lo que nos une que lo que nos separa.
Pero ella necesita tiempo.
Y me limito a esperar. Porque la conozco.

Si fuera una niña ya la hubiera traído en brazos a la cama. Como cuando cojo a mis niños de la guardería después de un berrinche. Aunque patalee como ellos. Aunque me llame mala como ellos cuando están enfadados.
Pero no puedo.

Y aquí estoy. Desvelada. Con los ojos lllorosos porque ella ha preferido quedarse en el sofá a venir a la cama conmigo. 

Es la primera vez desde que vivimos juntas que no está en la cama.
Y no me gusta.

sábado, 13 de junio de 2015

SUEÑOS que HABLAN

Esta noche, a eso de las 3.30 más o menos, me sobresalté.
Estaba yo durmiendo plácidamente y, de repente, escuché hablar a Elena. Sólo hizo una pregunta (que no recuerdo) y se respondió a sí misma con un "Ahammm". Después soltó unos ruiditos, se dio la vuelta y siguió durmiendo.

El caso es que ella me había avisado de que era sonámbula: que hablaba en sueños y que, a veces, se levantaba... Pero en los 5 años y medio que llevamos juntas nunca había pasado nada... a lo sumo unos cuantos gruñiditos mientras se quedaba dormida y ya. Así que esta noche cuando la escuché hablar, abrí los ojos como platos, se me puso el corazón a mil, me hice un ovillito y sólo pensaba: "Que no se levante, que no se levante, que no se levante".

Yo creo que por eso di tantas vueltas en la cama el resto de la noche: por miedo a que se convirtiera en zombie o en Mr Hyde...

Lo sé, soy una cagada. Pero, sólo por la cara que puso Elena cuando se lo conté esta mañana y el descojone que tuvimos las dos, mereció la pena el sudor frío.

jueves, 11 de junio de 2015

ITV DESATADA

Elena y yo siempre estamos a la que salta cuando alguna mete la pata hablando: nos vacilamos mucho y acabamos descojonándonos de todo. Y cuando alguna pregunta algo la otra contesta una chorrada. Ahí suelo ganar yo.
A cosquillas no. Ahí gana ella por goleada. A mí, en cuanto me haces cosquillas me da la risa floja y pierdo la fuerza.
Ayer estábamos en ésas: viendo la tele en la cama y haciéndonos cosquillas (o sea, ella a mí). Increíblemente logré escabullirme, me levanté y cuando me giré la vi hecha un ovillo y rascando el colchón. La miré y le dije: "Pareces una chinchilla". Me miró y preguntó: "¿Qué es una chinchilla?". Y yo, con cara de sapientín, le contesté: "Un bichito que no tiene dónde sentarse". Y con la misma me fui, muy dignamente, al cuarto de baño mientras ella se retorcía descojonándose de risa.

La verdad es que últimamente estamos que no paramos. De verdad-de verdad-de verdad que no estamos con la regla ninguna de las dos, pero estamos de un tontorrón... Nos achuchamos mucho más, nos besamos... nos cogemos con más ganas... Como cuando vivíamos a 600 km de distancia...

El sábado llevaré el coche a pasar la ITV y hoy lo he llevado al taller a hacerle una revisión. Me llamaron para decirme que había que cambiarle el "fuelle denoséqué", así que como no tengo ni idea de mecánica me limité a preguntar cuánto me iba a costar para luego decirle que sí, que lo arreglase... Ahora está como nuevo.

¡Ay, mi forito! que perdía fuelle. No como nosotras, que estamos desataditas.

Y hasta ahí puedo leer.

sábado, 30 de mayo de 2015

ESTOY POCHA...

Ayer me levanté con fiebre. Me tomé un paracetamol e -increíblemente- me fui al médico sin rechistar. Increíblemente, también, al salir cogí mi bolsa con al comida y me fui al trabajo. Aprovechando que tengo una chica de prácticas conmigo, le dije lo que me pasaba y que le tocaba a ella llevar la voz cantante, que así practicaba. Ella se sonrió (yo creo que pensando que qué morro tenía) y se puso al frente. He de decir que me sorprendió: habitualmente está muy parada, pero lo hizo francamente bien. Bien es cierto, que cuando das oportunidades, normalmente la gente responde (salvo los políticos, pero ésa es otra historia).

Hoy, Elena me ha prohibido ir a ayudarle por la tarde a la tienda como cada sábado; de hecho, se quedó a comer por allí para que yo no cayera en la tentación de vestirme e irme con ella.
Así que me he quedado en casa, literalmente, tirada en el sofá. Sólo he puesto una lavadora, fregado los cacharros de la cocina, hacho una crema de verduras que es lo único que puedo tragar (y la sopa no me gusta)... y esta tarde me he duchado, me he cambiado el pijama, me he echado desodorante y me he puesto colonia... porque yo lo valgo.
Ahora ya soy un poquito más persona.

Esta noche pediremos una pizza porque hay partido. Y el fútbol con pizza es más divertido. A mí me llevará toda la noche comerme mi ración porque tengo la garganta del tamaño de un cable de fibra óptica... así de poquita cosa... pero ESA pizza no la perdono. "Quén dixo medo habendo hospitais?" Pues eso: no hay dolor.

viernes, 15 de mayo de 2015

DECISIONES

Hace tres meses ya que abrimos la tienda. Elena está muy contenta y yo también de verla a ella que es feliz.
Empezamos a pensar en la posibilidad de mudarnos al pueblo donde está la tienda por cuestiones prácticas: ahorro en gasoil (sólo moveríamos un coche); ella puede descansar a mediodía. La verdad es que ella tiene razón. En el fondo es lo mejor para las dos.
El viernes fuimos a ver un piso: súper chulo, con una terraza impresionante y más barato que aquí. Sólo nos echaba para atrás que es gas butano lo que tiene. 
El caso es que después de pedir consejo decidimos aceptar. 
Pero a mí, como siempre antes de las grandes decisiones, me entró la cagalera. Me cuesta pensar en mover toda nuestra vida... aunque es verdad que luego me adapto a la situación con relativa facilidad. Pero ese primer paso me cuesta: me entra frío, sudor y diarrea (literalmente). Luego, una vez que está dado, me siento súper orgullosa de lo conseguido y del esfuerzo realizado.
Elena es más echada hacia delante: ella hace y deshace con mucha facilidad, aunque luego tenga que reposar y pensar.
Esta pequeña diferencia de caracteres a veces nos hace "discutir" y ella suele ser más obcecada y mandar a paseo ciertas cosas. Sí que es verdad que luego lo piensa y reacciona. Y a mí eso me vale. Porque el amor es así, ¿no?: uno tira del carro cuando el otro parece que se paraliza y viceversa.

Hace un año, justo antes de venirse ella para aquí, hice una promesa. Y eso no implica que no me entre diarrea, sudor y frío ante las decisiones importantes... pero si voy hacia delante es por ti, por mí... pero siempre CONTIGO.