CUENTOS INFANTILES

Cuando era pequeña leí el cuento de un rey que propuso un reto a sus súbditos: como no tenía descendencia le daría el trono a quien le trajera un objeto único en el mundo. Los súbditos se afanaban en mostrarle los más insólitos objetos, pero de todos ellos existía al menos una copia.
Una chica (nosotras siempre tan inteligentes) se presentó ante el rey con las manos vacías.
El rey, extrañado, le pidió que mostrase su hallazgo.
Ella respondió: - Majestad, soy yo. Cada persona es única e irrepetible; no hay dos iguales. Así, pues, el objeto único en el mundo soy yo.
Y se convirtió en reina.

Todo el mundo se merece, cuando menos, el beneficio de la duda... ¿lo entiendes, grandullona?


... de todas formas si lo que quieres es correr... te espero en la meta

BIENVENID@S PEREGRIN@S

Resulta que quedarse en casa durante el mes de vacaciones no es tan malo. Conoces gente y todo. El viernes nos fuimos de fiesta como siempre K, Lavalenciana y yo al local de costumbre. Como no había casi nadie nos sentamos en la mesa con las mejores vistas. Y entraron ellas. Eran dos. Nos tuvieron muy entretenidas durante gran parte del tiempo que estuvimos allí. Las miradas iban y venían pero nunca se cruzaron. Cotilleos entre nosotras. Entonces sucedió. La morena se levantó y se acercó... ¡a nuestra mesa! Se sentó y en dos minutos teníamos los teléfonos intercambiados, así de rápido. Y empezó una conversación un tanto surrealista. Llamó a su amiga. Y acabamos de copas hasta las 7 de la mañana. Nos dijeron que estarían cuatro días y que se volverían a su tierra hoy por la mañana. No las volvimos a ver. Pero yo, astuta de mí, que quería volver a ver a la morena le eché "huevarios" y ayer a mediodía le envié un sms diciéndole que quería volver a verlas. Me contestó un par de horas después que lo sentía mucho pero que se había ido a otro pueblo de Galicia y que se marcharía hoy. Le contesté que más lo sentía yo. Y una hora más tarde me llámó para decirme que lo había pensado mejor y que se venían de fiesta a Santiago. Y una hora y media más tarde me llamó diciendo que en diez minutos se encontraban con nosotras. Y nos fuimos de fiesta. Las niñas y "el chico" de la pandi se quedaron flipando de los "huevarios" que le eché. Si es que soy tímida en distancias cortas y eso el primer día, pero cuando hay lanzarse ahí estoy yo... y luego ya saldrá el sol por donde quiera. Al menos lo he intentado. Y conseguí lo que no consiguieron las demás: que volviera de fiesta con nosotras la última noche. La cruz de la noche fue que apareció la tercera en discordia y que, muy a mi pesar, la verá casi todos los días. Así que una vez más se cumple mi teoría: "amiga de todas, novia de nadie"... que digo yo, que tampoco me hace falta.

HAGAN sus APUESTAS

Jamás entenderé a determinadas mujeres... aunque sean mis amigas y quizá precisamente por eso. El otro día hice una apuesta por una amiga. Y se me ocurrió nada menos que apostar la mano derecha en favor de ella. Ahora soy una manca desconcertada... Nunca me lo hubiera esperado de ella. Tanto tiempo diciéndome que ella no es capaz, que ella no es así, que no, que no, que no... Y así, claro, ¿cómo se me iba a ocurrir apostar lo contrario?... ¡Pues no! Tenía que haberlo hecho. Ahora no sería manca... Eso me pasa por implicarme tanto con las personas... así me va... en fin, tendré que aprender a vivir con la mano izquierda... De todo esto saco una conclusión : "Nada es lo que parece". De verdad que no. Ahora sí puedo decir que no conozco a mis amigos... Es decir no los conozco del todo... ni nunca lo haré porque cada uno somos una caja de sorpresas... (y que conste que no me molesta, que ella puede hacer lo que le dé la gana que es mayorcita... pero de esa forma...)

Esta semana se decide mi futuro. Inesperadamente se me ha presentado otra opción con la que no contaba ya... Yo ya he hecho mi apuesta y ya tomé una decisión a la espera de una llamada de teléfono que es la que decidirá mi futuro próximo. Y también dependerá de esa llamada cómo se desenvuelvan mis vacaciones... que ya comencé yéndome a la casa de la playa de Moñoña... llegué ayer y seguramente me vaya el sábado de nuevo, pero esta vez con las peque-rubias... que tienen unas ganas... Una llamada... sólo una llamada... (uyss... qué nerviosss!!)