EL VIBRADOR MORADO

El otro día estábamos hablando de regalos y Opositora, K y La valenciana abrieron los ojos como platos cuando conté que Moñoña y Encargado me habían regalado un vibrador morado.

Yo: A ver, quiero detalles de la compra
Moñoña: Pasé mucha vergüenza porque el tío me enseñó muchos modelos. Me decía: “Toca, mira qué tacto, qué suave”. Y yo no sabía dónde meterme. Y salí de allí pensando “Espero que no se haya quedado con mi cara… ¡mierda!, se ha quedado con mi cojera”
Todas: Jajajajajaja
Moñoña: Y encima le digo al tío: “Mira, ¿lo tienes morado?” porque es el color favorito de Helen. Y el tío se me queda mirando como diciendo: “Coño, qué exigente”. Y cuando venía por la calle se encendió.
Opositora: Jajajajajaja… y seguro que la gente te decía: “Niña, te está sonando el móvil”
Todas: Jajajajajajaja
K: Jodo, me estoy imaginando a Helen con eso.
Opositora: Ostrás, yo también.
La valenciana: Y yo.
Yo (roja como un tomate): Bueno, ¿qué? A ver si vais a tener ahora sueños eróticos conmigo.
Después Opositora y Moñoña se pusieron a discutir sobre si lo usaría o no. La una decía que sí, la otra que no, la una que sí, la otra que no… y así como 5 minutos y K, La valenciana y yo mirando.
Yo: Lo que no sé es dónde lo voy a poner.
K: Joder, si quieres te digo yo dónde se pone.
Yo: Jajajajajaja. Quiero decir que no sé dónde lo voy a guardar porque mis sobrinas son muy cotillas y abren todos los cajones de mi cuarto que están a su altura.
Opositora: Imagino a las niñas diciendo: “Tía, ¿Esto qué es?” Y tú: Es un móvil.
Todas: Jajajajajajaja.
Opositora: Llévatelo en el bolso y si se te acerca un tío para ligar contigo lo sacas y le dices: “No, gracias, estoy servida” O le dices: “Ésta es la medida mínima que exijo”
Todas: Jajajajajaja.
K: Bueno, cuando lo uses nos haces una perdida. Y el lunes estaremos todas atentas a si sonríes mucho o no…
La valenciana: Sí, claro, ahora cuando lo use va a estar pensando en nosotras.
Yo: Pues pienso haceros perdidas a todas horas para despistaros.
Opositora: Ahora nos llama cuando esté en la guardería con los niños.

Y así continuamos “esbardallando” con la broma (porque sí, todo fue una broma de Moñoña, Encargado y Opositora) del vibrador morado como un par de horas… Uff, no quiero ni preguntarles qué soñaron.