El lunes, después de dejar a mis sobrinas con sus padres, llamé a mi niña mientras iba caminando hacia el videoclub. Hasta ahí todo normal.
Mi sorpresa vino cuando, al doblar la esquina de mi edificio (así de fuerte soy juas juas), me encuentro una patrulla de la policía cerrando el paso a un coche que intentaba colarse en el garaje y dos policías hablando con el conductor y unos "amigos" que habían acudido en ayuda de él.
Seguí mi camino, flipando de que en mi edificio ocurriera algo así digno de "Los hombres de Paco".
De vuelta a casa la patrulla seguía allí. Mi niña, que a veces tiene la paciencia de Job, escuchaba cómo le iba narrando todo lo que sucedía en la calle.
Subo a casa. Colgamos el teléfono. Y allí me voy yo: a la ventana para ver con todo lujo de detalles lo que ocurría. Eso sí, en las ventanas sólo había 3 o 4 jubilados y yo.
Mi abuela estaba en el sillón y yo le iba narrando.
-¡Dos patrullas!
-Ala, ahora está toda la familia del conductor.
-¡Acaba de llegar la grúa! Esto se pone interesante.
...
Y ya. Mi gozo en un pozo. No pasó nada. Después de casi dos horas se fueron cada uno por su lado, no sin antes darse la mano como caballeros.
4 comentarios:
"3 o 4 jubilados y yo" jajajajajajajajajaja, pues una de tres, o es eso, que te haces mayor, o tienes vocación de periodista o que eres una cotilla sin más jajajajajajajajja
Exactamente... aunque si yo fuera tu, preferiría pensar que tengo vocación de periodista de investigación :p
Habría hecho lo mismo.
Ni me cuestiono si me hago mayor, vamos elijo la opción "vocación de periodista" sin pensarlo que luego me entra la depre :P
ayy, en breve a mirar las obras! mujer, hay que remediarlo! jeje
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