viernes, 27 de junio de 2008

RECOMPONIENDO

El concierto era a las 21'00 en el Teatro Principal. No me apetecía ir sola y me hinché a enviar sms a mis contactos. Conseguí arrastrar a 3 que jamás la habían oído con la apuesta de que si no les gustaba les devoldía el dinero de la entrada. Gané yo, por supuesto. No sólo les gustó, sino que además alguna (y no sólo yo) se emocionó y todo.
Hacía dos días que me decía a mí misma que había dejado de creer forzosamente en los cuentos de hadas. Y así andaba yo por la vida: desmotivada totalmente, dispuesta a autoconvencerme de que las cosas son así... el mundo tiene razón y yo estoy equivocada... Y así fui al concierto... creyendo que iba a encontrarme unas cuantas canciones... Pero apareció ella, sin presentaciones, con un ambiente muy familiar (Santiago es lo que tiene), pero sin nada... cogió su guitarra y empezó a cantar... así de sencillo... Y me sorprendió. De vez en cuando una reflexión breve y personal y un par de canciones... Y sentí que esta chica estaba ofreciendo vida. Y en esos retazos de su persona me descubrí a mí misma desmontando mis intentos de autoconvencerme de algo en lo que en realidad no creo ni siento... y por lo tanto no me van a hacer feliz. Desmonté -mejor, desmontamos- en dos minutos el cajón que había tardado dos días en armar y en el que estaba a punto de encerrar bajo llave uno de mis sueños y sentimientos más preciados.
Desmontaste por completo -sin saberlo- todas las teorías que estaba intentando guardar en mi cerebro... No serían buenas cuando mi corazón las rechazó...
Me encantó saber que paseas por la calle y te paras en algo tan normal como una luz encendida tras una ventana de una casa que ni siquiera es la tuya. Yo también lo hago.
Me encantó que tuvieras el suficiente valor como para reflexionar sobre algo tan doloroso como es una ruptura y nos hables de ello con paz y con un profundo respeto. Te admiro por ello.
Me encantó -sobre todo- lo que dijiste de la distancia: "es duro, es una putada, pero no imposible". Yo también lo creo. En ese momento estuve a punto de soltar un grito de alegría, de decir: "¡toma!, el mundo se equivoca... yo estaba en lo cierto". Estuve a punto de subir al escenario y darte un beso... pero no tuve la espontaneidad del chico que en mitad del concierto nos informó a todo el teatro de cómo iba España ante Rusia... elegí el silencio... no hacer aspavientos y me limité a sonreir con la satisfacción de quien está convencida de estar en lo cierto.
Gracias por ayudarme a volver a creer en los sueños, en mis sueños. Si tú también crees en ellos, quizá yo no sea tan rara... Gracias, Silvia Penide.

5 comentarios:

Fini Calviño dijo...

Cuando puedas pásate por mi blog que tienes un regalito ;-)

Anónimo dijo...

Jo, tiene muy buena pinta esta chica, habrá que ir a verla...

Anónimo dijo...

Me alegro infinito Helen, precioso post

Nueve dijo...

es que silvia es simplemente silvia... y si como artista te gustó como persona te encantaría

:-D

un besito para ti, y otro para ella.

dintel dijo...

Voy muy poco a conciertos, por no decir que no voy. Me han venido ganas de ir leyendo tu post.