LEONOR

La conocí cuando fui destinada a Salamanca. Era fácil hablar con ella: sólo tenías que escuchar… el resto lo hacía ella sola jajaja. Estaba bien: jamás te aburrías y si no sabías de qué hablar ella se encargaba. De ideas claras, muy claras… A veces cortante y seca, como buena castellana. Le encantaba el atletismo y en las primeras Olimpiadas Codima celebradas en su Salamanca natal ejerció de juez (su pasión y hobbie) con una seriedad y una profesionalidad asombrosas. Había vuelto a Salamanca este año después de cuatro o cinco en Valladolid… Era un hacha en informática… se dedicaba a eso…La última vez que la vi fue en la “boda” de mi monjilla favorita. Y ella, mi monjilla, me dio el sábado la noticia: “acaba de fallecer en un accidente”. Jodida muerte que se empeña en sesgar la vida de los jóvenes con un futuro prometedor… Se me vienen a la mente muchos momentos vividos en los grupos, en campamentos, en las olimpiadas… Siempre con una sonrisa… Es que no me lo puedo creer todavía…
Ya no volverá a ejercer de juez en ninguna carrera… o sí: conociéndola seguro que pone a todos los ángeles de la corte celestial en la línea de salida y les enseña cómo correr profesionalmente… seguro que habla hasta con el mismísimo dios y no le deja ni meter baza… seguro…
¿Te gusta la imagen? Seguro que tú has visto pistas de atletismo mucho más chulas.
Buen viaje donde vayas… nos volveremos a ver. Descanse en paz.