LA BANDERA DE JAPÓN

Ya sé cómo callar a mis amigas. Es muy sencillo: primero las sorprendo pidiendo una copa... y empiezo a decir tonterías...después las sorprendo pidiendo otra... y sigo en la misma línea... Y por último de camino a casa empiezo a hablar sin parar diciéndome piropos a mí misma: "qué ojos tan bonitos tengo, pero qué ojos tan bonitos tengo... ¿Te has fijado que en las calles de Compostela se puede jugar a la mariola?" y jugamos... pero sólo una partidilla...
Además estaba yo contenta: estrenaba las bragas amarillas de curvas peligrosas y me sentí... así ,"daquela maneira" como decimos por aquí... pero me reí mogollón... además me sentí súper observada, porque en los bares de ambiente yo soy la lesbiana nueva jajaja... Me miraban las lesbianas que se conocían y me sentí como un objeto de estudio, pero vamos, que yo seguí a mi rollo... En el último bar me encontré... qué fuerte, qué fuerte... al hermano de una amiga mía... que yo sospechaba que él entendía (porque además se le nota) pero él de mí ni idea, vaya, como todo el mundo y se quedó flipando... yo creo que hoy estará pensando que lo ha soñado... y mis amigas y yo muertas de la risa, porque él estaba todo suelto y se cortó un poco cuando se cruzaron nuestras miradas... bueno, uno menos al que se lo tengo que decir...
Anoche parecíamos la bandera de Japón: un puntazo...