sábado, 30 de mayo de 2015

ESTOY POCHA...

Ayer me levanté con fiebre. Me tomé un paracetamol e -increíblemente- me fui al médico sin rechistar. Increíblemente, también, al salir cogí mi bolsa con al comida y me fui al trabajo. Aprovechando que tengo una chica de prácticas conmigo, le dije lo que me pasaba y que le tocaba a ella llevar la voz cantante, que así practicaba. Ella se sonrió (yo creo que pensando que qué morro tenía) y se puso al frente. He de decir que me sorprendió: habitualmente está muy parada, pero lo hizo francamente bien. Bien es cierto, que cuando das oportunidades, normalmente la gente responde (salvo los políticos, pero ésa es otra historia).

Hoy, Elena me ha prohibido ir a ayudarle por la tarde a la tienda como cada sábado; de hecho, se quedó a comer por allí para que yo no cayera en la tentación de vestirme e irme con ella.
Así que me he quedado en casa, literalmente, tirada en el sofá. Sólo he puesto una lavadora, fregado los cacharros de la cocina, hacho una crema de verduras que es lo único que puedo tragar (y la sopa no me gusta)... y esta tarde me he duchado, me he cambiado el pijama, me he echado desodorante y me he puesto colonia... porque yo lo valgo.
Ahora ya soy un poquito más persona.

Esta noche pediremos una pizza porque hay partido. Y el fútbol con pizza es más divertido. A mí me llevará toda la noche comerme mi ración porque tengo la garganta del tamaño de un cable de fibra óptica... así de poquita cosa... pero ESA pizza no la perdono. "Quén dixo medo habendo hospitais?" Pues eso: no hay dolor.

2 comentarios:

Nosu dijo...

Pero porqué no cogiste la baja mujer!
NO hizo nada por la tarde dice, estuviste de ama de casa total!

A descansarrrr y que te mimen :)

María dijo...

Recomendación de nuestro médico: calorcito de pecho ajeno.