El domingo estaba invitada a comer en casa de mi compi de trabajo. Tiene dos hijos muy simpáticos: uno de 5 y otro de 2 años.
El sábado mi compi le dijo al mayor: "Hijo, te tengo una sorpresa. Mañana viene Helen a comer a casa".
El niño la miró y le dijo inmediatamente: "Ah, pues dile que traiga a su novia"
Mi compi abrió los ojos como platos, miró a su marido y le preguntó quién era mi novia. El niño tan tranquilo le dijo: "La otra Helen, como siempre están juntas son novias".
Un buen razonamiento, sí señor; y además en este caso totalmente cierto. Siempre que viene mi chica intentamos quedar con ellos, así que los niños están más que acostumbrados a vernos juntas y a jugar con nosotras.
Moraleja: Normalizar, entiendo que es, precisamente, eso: hacer las cosas con toda la normalidad del mundo. Ese niño será tolerante y ayudará a crear un mundo mejor porque sus padres le están ayudando a ver el mundo con ojos y corazón abiertos a la diversidad.
Helen dixit.
4 comentarios:
¡Qué bonito!
absolutely de acuerdo y bravo por vosotras
¡Genial!
:D
Totalmente de acuerdo: la normalidad que se ejerce, se transmite de alguna forma a los demás.
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