Esta semana ha sido laboralmente corta para mí: trabajé el lunes, el martes y el miércoles no porque mi cuerpo decidió que no eran buenos días para ir a currar, hoy sí fui casi arrastrándome... pero fui como una campeona... y mañana se acaba la semana laboral, aunque el finde para mí nunca empieza antes del sábado a eso de las 14'00 horas... y no por dormir, que ya me gustaría, sino por el estudio...
Después de tres semanas de auténtico estrés en la guarde haciendo mi trabajo y el de mi jefa, mi cuerpo empezó a rebelarse con un herpes que ya se ha pasado (menos mal)... como no tenía bastante, el viernes empezó a dolerme la garganta, a lo que no di mucha importancia... y se la tenía que haber dado... ¡¡cagüentoloquesemenea!! ¡¡Una banderilla me puso el médico con sólo mirarme de reojo la garganta!! En serio, de la rapidez con que la miró pensé: "Ostrás, tiene que estar mal la cosa, que no lo dudó un momento". Vamos, yo no sé lo que tenía la jeringa ésa, pero me dejaron el culo echo un colador... Ya ni recordaba cuándo fue la última que me pusieron en "donde la espalda termina su casto nombre"... pero cómo dolía la jodía...
El sábado tuve la prueba en la academia (una especie de simulacro de la prueba oral de las opos)... les convencí a todos, si lo hago así en julio creo que la cosa irá bien...
El martes hubo reunión de personal -como cada mes- en el trabajo (me la perdí por la fiebre alta que tenía... jojojo)... Debió ser de aúpa por lo poco que pude pillar... y menos mal que no estuve yo que si no hubiera ido ya con un cabreo al curro... así, mira, de eso que me libré...
Estos dos días dormí por todo lo que madrugué hasta ahora... y me puse al día d elo que pasa en el país y en el mundo, que más me valdría no haberlo visto... ¡¡la gente está loca!!
En fin, que yo sigo feliz y contenta, por momentos estresada, por momentos descansada... y esperando un porvenir mejor (mucho mejor) para mí (laboralmente hablando)
